«Tus creencias se convierten en tus pensamientos, tus pensamientos se convierten en tus palabras, tus palabras se convierten en tus acciones, tus acciones se convierten en tus hábitos, tus hábitos se convierten en tus valores, tus valores se convierten en tu destino.» Gandhi.

Se acerca el final de año y parece que siempre es lo mismo.  Muchos pensamientos nos vienen a la mente. Lo que hicimos este año y lo que no. Lo que postergamos para el año siguiente. Nos frustra no haber conseguido lo que una vez nos propusimos. Pero tal vez vale la pena pensar cuán comprometidos estábamos con esos objetivos.

Para este 2018 que se acerca te propongo algo diferente.

Mientras pensás en ese objetivo, respondé las siguientes preguntas:

1 – ¿qué querés lograr?

2 – ¿Depende de vos?

3 – ¿Con qué recursos contás para lograrlo?

4 – ¿Qué otras cosas necesitás y no tenés?

5 – ¿Cuál es el primer paso para lograrlo?

6 -¿Cuál es el paso siguiente?

Es importante saber si realmente deseás lo que estás buscando. Estar consiente de ello. Muchas veces no logramos lo que nos proponemos porque en realidad no es lo que deseamos, o no está alineado con nuestros valores y lo hacemos por compromiso. Cuando este año hagas tu lista de deseos, pensá en aquello que realmente te importa y cada día da un pequeño pasito para conseguirlo. Anotá esos pasos logrados y los que siguen. Todos podemos lograr aquello que nos proponemos. La diferencia radica en tener claro qué es lo que verdaderamente queremos.